Alguien que reposa en una cama. La casa en penumbra.
El aire tibio
que se cuela por cada ventana abierta a la noche estrellada y cálida.
Tus ojos como dos uvas jugosas y tiernas. Las manos que hacen
el mismo recorrido que conocen de memoria. Tu sexo palpitante
y húmedo. La respiración agitada y tu voz que repite mi nombre.
Besos mieles
Ana
miércoles, 29 de agosto de 2007
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