Hay veces que me repito a mi misma que la estupidez humana no tiene límites. Lucía me acaba de decir que van a poner en el terreno donde estaba la casona que demolieron.
Y la respuesta es Una cancha de football cinco. Habría que mandarlos presos por imbéciles. O alguien no debería dejar hacerla. No es posible que se derrumbe una casa como esa ( por más que los dueños la hayan vendido) para construir? tal despropósito.
Se me ocurren una serie de puteadas imposibles de ser escritas por acá.
Ana
viernes, 20 de abril de 2007
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