viernes, 28 de agosto de 2009

Bajo los efectos de

Como un cuadro de Miró, como un presente sin horas, persiste tu imagen en rincones de mi cabeza, en lugares de mi cuerpo. Intacto, indelebre,inexpugnable.

En el horizonte, se ven rayos púrpuras, serpenteantes, ajenos a lo que ocurre aquí. Emergencias sonoras de un agonizante día. En la superficie de los pastos, gotas sudoríparas de nubes regordetas.La luna que siempre mira, parpadea su ojo de fuego blanco. Vislumbra, y se toca. Centro erótico, poco conocido, del cielo. La luna es como un club de alterne, un puticlub, una casa de putas,un regocijo para las almas de los perdidos. Un remanso de placer para los que conocen bien su rumbo. Ella para sí, es la dama de los cielos.

Me recuesto, en este sillón de varas botánicas, duras y atadas. Me escondo, entre sus fibras vegetales.Con un té caliente, en una taza con corazones cursies. El limón, el aroma de este, llena el ambiente. Mientras acordes insensatos y tremendamente bien compuestos despiertan a las polillas y mueven las telarañas de los rincones con cal de las paredes.

Un besos suaves. Para J en especial. Para aletargar los calores norteños.

Un beso deseoso para tí. Ya sabés.

Ana

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