miércoles, 8 de octubre de 2008

Un grapat de petons

Escribiendo en otra lengua se me ocurrió la expresión " un puñado de besos". Me ha gustado mucho y ya la he utilizado para mandar varios puñados de ellos.

Puñados de besos con el calor de esta mano suave y solitaria. Unos besos que contienen el aroma de mis manos luego de tocar lavanda o salvia. Besos con el aire pegado de Montevideo, el sol de la tarde, el olor del mar que a veces se siente incluso lejos de él.

Puñados de besos que discurren por la geografía, los mares, las distancias. Que se multiplican y como si fueran inteligentes toman varios rumbos diferentes. Buscan los amigos que tan lejos están, buscan las bocas de antiguos amantes, reptan hasta la boca de incluso aquellos que nunca conoceré.

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