sábado, 19 de mayo de 2007

De calles

El bar donde habitaba Heráclito cerró esta semana. Ahora tiene colgado un par
de carteles con el aviso de se Alquila o Vende. Una lástima. Por suerte me dió tiempo a escribir un poco sobre él. La parte buena del tema es que al lado parece seguir funcionando. Es uno de esos locales que antes funcionaban como bar en un lugar y como almacén en otro.Donde ahora parece funcionar queda sobre la calle del costado. Una callecita preciosa para transitar, empedrada aún, de las que todavía quedan.De esas que no salieron por suerte en la elección del Presupuesto Participativo de Montevideo. Me refiero a que algún tipo con poco cerebro se le había ocurrido pavimentarla.¡Qué locura!...Será que tendrá auto y entonces le molesta transitarla. Pero siendo una callecita de 3 0 4 cuadras de extensión y con poquito tránsito no amerita tal desperdicio. Es uno de esos lugares que si tuviera una cámara fotográfica me gustaría fotografiar.Por la combinación de adoquines, y árboles.

Volviendo a Heráclito sigue por supuesto habitando la calle y el nuevo hogar del bar. Sigue estando por allí acompañando a su dueño presumo por Av Italia en los mediodías. Así que sigue siendo un placer verlo esperar el semáforo en verde para cruzar.

Otras cosas menos alegres me causaron cuando pasé el lunes por una casa hermosa antigua que queda por Comercio y veo que están podando unos árboles gigantes del Jardín. Ya me veía todo el jardín hermoso destrozado, la Cica vencida en el suelo,los rosales arrancados de sus arcos. Y todo esto viene a causa de que ahí jugaba mi abuela hace mil años ya, cuando al lado no había una fábrica de tejidos sino una escuela y ella vivía en una granja, que quedaba sobre Av Italia casi Comercio.Cuando esa zona era toda una zona de quintas y granjas enormes.De pequeñita,antes de que mis bisabuelos compraran el lugar donde yo me crié en Maroñas.Hablo del Montevideo de principios de siglo XX . De la quinta-granja quedan pocos recuerdos.Algunas fotografías en blanco y negro y el lugar donde mi madre sabe que quedaba la entrada. En esas épocas en las que mi abuelo paterno trabajaba en la granja quinta de mis bisabuelos maternos sin tener ni idea que un montón de años después mi padre y mi madre se iban a encontrar en una esquina del centro de Montevideo y mi padre se subiría al ómnibus siguiendo a mi madre.


Saludos a todos..
Dulces sueños

Besos tibios de estufitas en el helado Montevideo.

Ana

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