sábado, 19 de mayo de 2007

Fantasmas

Fantasmas(Alejandro Dolina)



Según una versión de la Ilíada, Paris no raptó a la verdadera Helena, sino a una nube, a un fantasma con su forma. Al enterarse de ello, un soldado de Menelao comenta: “¡Al final nos hemos matado por un fantasma! Hemos muerto, hemos ido a la guerra por un fantasma...”



Y yo agrego que sí, que es así, y que seguimos haciéndolo. Algunos vamos a la guerra, otros camino de la deseperación, o del desconsuelo, o del arte, también por fantasmas. Porque en cierto modo todos nos enamoramos de nubes que nosotros mismos contruímos para engañarnos.



Nuestras enamoradas tienen sus virtudes y sus defectos, pero la verdad y la precisión de esos datos nos está acaso vedada. Solamente podemos percibir algo que construímos nosotros mismos, por percepción imperfecta –quizás- pero también porque unos entusiasmos que suelen llamarse amor distorsionan esas percepciones y las hacen ficcionales.



No es que vemos a nuestra amada de un ángulo favorable: inventamos todo, hasta el ángulo, y de eso y no de otra cosa nos enamoramos. Y por eso -y no por otra cosa- vamos a la guerra, o vamos a la facultad, o componemos milongas, o lloramos, o extrañamos, o nos deprimimos, o apagamos las luces para siempre...



No hay manera de evitar estos fantasmas, pero a mi me parece que está bien. Que un engaño de amor es el amor. Si uno cree que lo aman y todas las percepciones confluyen en esta idea, es porque eso realmente sucede de algún modo.



Así que yo les invito a no averiguar, a no tratar de destruir las nubes que nos enamoran contratando detectives privados o queriendo saber la verdad última de las cosas. Lo que hay que saber es lo que sabe nuestro cuerpo, lo que sabe nuestro corazón, que se enciende ante esas percepciones. Después, si es verdad o si no es verdad... no, no, eso no importa, eso es cosa de síndicos y de auditores.



Yo les convido entonces, a abrazar a esos fantasmas, a seguir marchando detrás de esas nubes, sabiendo que también uno es una nube; que estamos enamorado de una nube, pero también somos nosotros nube de quien nos ama.

No hay comentarios.: