lunes, 5 de febrero de 2007

A la orilla de la chimenea

Puedo ponerme cursi y decir
que tus labios me saben igual
que los labios que beso en mis sueños.
Puedo ponerme triste y decir
que me basta con ser tu enemigo
tu todo tu exclavo, tu fiebrtu dueño
y si quieres también puedo ser
tu estacion y tu tren
tu mal y tu bien
tu pan y tu vino
tu pecado tu dios tu asesino
o tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.

Puedo ponerme humilde y decir
que no soy el mejor
que me falta valor
para atarte a mi cama
puedo pornerme digno

toma mi dirección cuando te hartes
de amores baratos
de un rato me llamas
Y si quieres también

puedo ser tu trapecio y tu red
tu adios y tu ven
tu manto y tu frio
tu resaca tu lunes
tu hastío
o tal vez ese viento
que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda
en mitad de la calle y desnuda.

y si queres también
puede ser tu abogado y tu juez
tu miedo y tu fe
tu noche y tu dia
tu rencor tu porque tu agonia
o tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea
o tal vez ese viento
que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda
en mitad de la calle y desnuda.

O tal vez esa sombra que se tumba
a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.


A la orilla de la chimenea.
Joaquín Sabina
Fisica y Química

No hay comentarios.: