domingo, 11 de febrero de 2007

Siete

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca,voy dibujándola
como si saliera de mi mano,como si por primera vez
tu boca se entreabiera,y me basta cerrar los ojos para deshacerlo
todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca
que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca eligida entre todas, con
soberana libertad eligida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que
por un azar que no logro comprender coincide exactamente con tu boca
que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope,
nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se
superponen entre sí y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente,mordiéndose con los labios,apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuvieramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.Y si nos moremos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."

Capítulo 7
Rayuela de Julio Cortázar.

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